miércoles, 16 de febrero de 2011

UN HUEVO DE CHOCOLATE...


El Huevo de Pascua
Para la cristiandad -y los ortodoxos lo son- , el domingo de Pascua es una fiesta de júbilo. Y al tradicional cordero en la mesa -símbolo de pureza- se ha unido otro símbolo: el huevo de Pascua.
Éste constituye el signo la resurrección, porque el huevo de Pascua ha tenido siempre una venerable historia, desde aquellos primeros cristianos que le consideraron como símbolo de la Resurrección de Jesús. En la Edad Media, cuando llegaba la Pascua los huevos se pintaban y tan colorinescos objetos eran los presentes más preciados durante esos días, hasta el punto de que en el siglo XVII, el Papa Pablo V bendijo al humilde huevo en una plegaria, quizás para olvidar la prohibición decretada por la Iglesia en el siglo IX, de no consumirlos durante toda la cuaresma.

La llegada de la Pascua suponía el levantamiento de la norma y el fervor por los huevos se desataba, tanto en la cocina como en los regalos entre familiares, amigos y sirvientes. Suponía desquitarse de la penitencia impuesta durante cuarenta y seis días. Era el festín del huevo porque éste representaba el regocijo y la vuelta a la alegría. Como la conservación de los huevos durante la cuaresma era problemática -no había frigoríficos-, lo habitual era bañarlos en cera líquida. Así, la fina capa protectora que los cubría permitía mantenerlos más frescos. De ahí vino la costumbre de colorearlos y decorarlos con ceras.
Con el tiempo, la Iglesia levantó el veto al huevo, pero eso no impidió la costumbre de celebrar la Pascua consumiéndolos y regalándolos. Costumbre que ha perdurado hasta hoy, y con mayor auge en los países del Este y en Centroeuropa.
En los de habla inglesa, al Domingo de Pascua se le llama 'Easter Sunday', porque según la tradición teutónica, Eastre era la diosa de la primavera (la Pascua casi siempre cae muy próxima), y en su homenaje se celebraba un festival pagano. Del nombre Eastre derivó Easter.
La costumbre de esconder huevos pintados en el campo o en los jardines de las casas, para la alegría y regocijo de los niños que los encuentran, se sigue manteniendo en muchos países, entre ellos Estados Unidos. Curiosamente en los jardines de la Casa Blanca el día de Pascua se desarrolla una singular carrera de chicos que hacen rodar los huevos. Gana quien llegue más lejos y sin romperlos. En Grecia todavía se siguen intercambiando huevos carmesí, para recordar la sangre de Cristo. Los armenios los vacían y los decoran con imágenes de Cristo y de la Virgen. Y en Polonía y Ucrania por Pascua, hacen verdaderas obras de arte con cera hundida sobre su cáscara.
    

El día del nacimiento de Alejandro Severo, quien sucedió a Heliogábalo en la antigua Roma, una gallina puso un huevo de color rojo. La madre consideró esto como un vaticinio que su hijo vestiría la púrpura. Desde entonces fue considerado prenda de buena fortuna los huevos teñidos.
En la Edad Media, el papa Julio III prohibió consumir huevos durante la Cuaresma. El domingo de Pascua se levantab la veda y con gran alegría de todos, en especial de los niños salían al campo para recogerlos, entonado cantos de aleluya. Esta costumbre se mantiene aún vigente en muchos países.
Hay huevos famosos, unos por su gran tamaño, otros por su originalidad. Como el que le obsequió Luis XV a Madame Du Barry que estaba completamente recubierto de oro. Un caballero de la corte exclamó: "¡Si lo comes pasado por agua, yo guardaré la cáscara!". El rey también obsequiaba entre sus cortesanos huevos pintados o grabados. Watteau, Lancret y Boucher llegaron a realizar en ellos verdaderas obras de arte. En el museo Lambinet, en Versailles, se encuentran dos huevos que se consideran una maravilla y que fueron regalados el día de Pascua a Madame Victoria, tía de Luis XVI.

Todo comienza en Semana Santa y culmina con el Domingo de Pascua, que se presenta como una de las más importantes fiestas religiosas. Más allá de los días no laborables, los kilos de chocolates que se comen, los conejos y las roscas típicas, la Pascua tiene una historia digna de ser contada.

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, una de las conmemoraciones más importantes para la cristianidad. Muchos fieles van a misa con ramos de olivo -símbolo del recibimiento de Cristo en Jerusalén- para que sean bendecidos.
En esta semana se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Con el Domingo de Ramos se evocó la entrada de Cristo en Jerusalén. Según la fe católica, el pueblo judío le dio la bienvenida agitando ramos de olivo.
A partir del jueves próximo -día que se conmemora la Ultima Cena- la liturgia religiosa adquiere mayor importancia. El viernes santo se evoca el tormento de Cristo en su marcha hacia el Calvario y el domingo, con la Pascua de Resurrección, se festejará el paso de la muerte a la vida del Hijo de Dios.
La Pascua constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Es festejada por 1200 millones de fieles en todo el mundo y el Papa da la bendición en una misa urbi et orbi desde la Basílica de San Pedro.
Las tradiciones en esta fiesta han ido variando con el correr de los siglos hasta llegar a convertirse, para la gran mayoría de la gente, en una semana donde no se trabaja y se comen los famosos huevos de Pascua. De hecho, el Domingo Santo es uno de los dos días del año en el que se consume más chocolates (el otro es la Navidad).
Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adiquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.

Los huevos de pascua en la antigüedad eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran regalados a los chicos durante las celebraciones. Al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarse huevos durante la Semana Santa con regalos y al principio el siglo 19, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro.
En cuanto a la decoración, los huevos de pascua siempre han representado un desafío para los reposteros. Pero las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol. Los huevos se hacían uno a uno con un molde prefabricado, lo que dificultaba mucho su elaboración masiva. Los colores estridentes fueron apareciendo con las grandes producciones de huevos, por los años 20 y 30 del siglo pasado.


Debemos prestar mucha atención a un detalle que aunque parezca pequeño es evidente que hace la diferencia.
Mucho tiempo antes de que se iniciara el “cristianismo” y que con la muerte y resurrección de Jesús se proclamara que por haber resucitado y al haber ido a sentarse a la derecha del Padre esto dejaba por sentado que era el Dios superior y el “único dios” del universo hay que saber que ya las “pascuas” existían y que se trataba nada más ni nada menos que la fiesta de la “primavera”, el renacimiento de la vida y la vuelta da la vida de los dioses de la naturaleza que eran resucitados por las “Diosas Madres”, y estas diosas eran precisamente las que mantenían los atributos de la “fertilidad y la fecundidad” que estaban representados por el “huevo”. Ya se encontraron huevos esculpidos en piedra en cavernas de la prehistoria. El pequeño detalle que también debe tenerse en cuenta es que desde que el cristianismo se alió con el Imperio Romano tomó fechas y dioses anteriores para llevarlos a sus arcas cambiando nombres y festejos.... Sí, todo lo pagano fue cristianizado, incluso las pascuas y el huevo de pascuas....

Y se transformó en chocolate
Un elemento infalible en la Pascua es el tradicional Huevo de Chocolate, relleno con confites y algunas sorpresas que generalmente es un Juguete, sin embargo no siempre los huevos fueron de Chocolate, ni siquiera tuvieron confites o sorpresas. Regalar huevos decorados es una costumbre que se originó en Europa y Medio Oriente antes del cristianismo. En el antiguo Egipto y en Persia los amigos intercambiaban huevos decorados cuando comenzaba la Primavera, como símbolo del renacer de la naturaleza.
En Roma las mujeres embarazadas cargaban con un huevo porque se creía que con él podrían conocer el sexo del niño al nacer. Como la Primavera Europea prácticamente coincide con la Pascua, el huevo pasó a ser el signo del renacer de Cristo; la resurrección. Y ya en la Edad Media se universalizó el uso de los huevos de pascua con este sentido. En algunos países europeos, los huevos se decoran el Jueves Santo y se rompen el Domingo. La cáscara representa la tumba en la que Jesús estuvo sepultado, y es por eso que el huevo se quiebra el domingo de Pascua, pues Cristo resucitó y salió de su sepulcro. También existe un juego donde se hacen rodar los huevos por el pasto tratando de no romperlos y está relacionado con rodar la piedra que cubría la tumba de Jesucristo.


Recetas
Ingredientes:
1/2 kg. de chocolate cobertura
Pincel de cerda blanda Nº 10
Moldes para huevo de Pascuas

Preparación del molde
Todos los moldes son aptos para el moldeado de chocolate, siempre que su superficie esté limpia. Para eso se deberá utilizar un trozo de algodón limpio y seco. De ser necesario se puede lavar el molde con agua tibia y detergente. Enjuagar y secar bien. Recordar que el chocolate refleja el brillo del molde: si éste es brillante, la figura saldrá brillante. 
 

Templado de chocolate
Cortar las 2/3 partes de chocolate en trozos chicos, colocar el chocolate en un bol y ponerlo a calentar a baño María, revolver constantemente durante 4 minutos, retirar del baño María y seguir revolviendo hasta que se disuelva, probar la temperatura del chocolate apoyando la espátula o cuchara de madera sobre el labio inferior durante 2 segundos: la cuchara debe notarse apenas más tibia que el labio (esta es la temperatura de fundido). Cortar el resto del chocolate en trozos grandes e incorporarlos al recipiente revolviendo constantemente hasta que el chocolate del bol se note frío al contacto con el labio (temperatura de temple).
Untar la punta de un cuchillo con el chocolate y llevarlo a la heladera durante 4 minutos. Retirar y apoyar el cuchillo sobre el dedo pulgar; si éste se mantiene firme, el templado es correcto; de lo contrario, si se disuelve al tacto, el templado es incorrecto y no serviría para moldear, pues el chocolate quedaría adherido al molde.
Cargar el pincel con chocolate, comenzar del centro hacia fuera con movimientos contrarios a las agujas del reloj hasta cubrir toda la superficie. Colocar los moldes boca arriba sobre una placa y llevarlos a la heladera durante 5 a 10 minutos, retirarlos y volver a pincelarlos con cuidado de no engrosar mucho más los bordes. Colocar los moldes boca abajo sobre papel impermeable y llevarlos nuevamente a la heladera durante 3 a 5 minutos.
Para recuperar la temperatura de temple, llevar el chocolate a baño María hirviendo durante 2 ó 3 segundos sin revolver sobre el fuego.
Retirar los moldes de la heladera y raspar los bordes con un cuchillo que no tenga serrucho, llevarlos nuevamente a la heladera, boca arriba, durante 20 a 25 minutos y retirar.
Para desmoldar hacer una leve presión hacia adentro y el chocolate debe desprenderse fácilmente, de no ser así, puede que les falte frío, por lo que se debe dejar unos minuto más en la heladera, o puede estar mal templado por haber calentado de más el chocolate. En caso de que esto suceda, trozar nuevamente el chocolate y comenzar nuevamente con el templado.

Para cerrar las mitades de los huevos, calentar levemente una placa y apoyar apenas el borde de una de las mitades, luego unirlo a la otra mitad del huevo y dejar secar. Decorar los bordes y el huevo con glacé real de distintos colores o con chocolate cobertura blanco.
Recuerde que para obtener un buen resultado debe tener mucha paciencia y respetar las temperaturas de templado y los tiempos de frío, de lo contrario su trabajo fracasará y deberá realizar todo nuevamente. 

                                                        
  
                       Huevos de Chocolate
Elementos:
500 gramos de chocolate cobertura blanco o negro
Confites de colores
Glacé real
Moldes especiales

Preparación:
Rallar el chocolate con cuchillo y colocarlo en un tazón. Poner éste en un recipiente con agua caliente hasta lograr derretirlo. Retirar y dejar enfriar un poco.
Volcar el chocolate derretido en el molde de cáscara de huevos, expandir a toda la superficie y volcar el excedente.
Llevar a la heladera hasta que esté solidificado y desmoldar. Así, colocar de a dos cáscaras boca abajo sobre una placa algo caliente. Al derretirse los bordes, colocar en el interior los confites y pegar las dos mitades.
Decorar esta unión con glacé real, y decorar los huevos.
No caliente demasiado el chocolate, pues no podrá despegarlos del molde si se excede en temperatura. 
 

Huevos de Chocolate caseros para pascua

Como es costumbre, durante el festejo de las pascuas se obsequian huevos de chocolate para degustar en familia.
A continuación, se detalla la receta de esta exquisita preparación.
En tiempos remotos, los huevos eran construidos de piedra o de incalculables joyas, como los famosos “Fabergé”. Pero los más comunes fueron los de las aves, a veces cocidos o pintados en sus cáscaras de forma decorativa.
Sin embargo, fue el chocolate lo que permitió a los confiteros crear este delicioso alimento, que no escapa a la tentación de nadie. Existen desde pequeños huevos, hasta enormes reproducciones y algunos están registrados en los “guinness”, como los más grandes realizados en el mundo.
Exquisita tentación
Para realizar nuestros propios huevos de chocolate, debemos seguir los siguientes pasos:
Adquirir chocolate en cantidad suficiente (amargo, dulce, semiamargo, con leche, blanco o el que más te agrade pero siempre de buena calidad y del tipo cobertura).
Adquirir los moldes del tamaño elegido para nuestros huevos (pueden ser de acero inoxidable, plástico o silicona), son preferibles los de metal, ya que facilitan el enfriamiento adecuado para este tipo de confección.
Buscar un ambiente apropiado para trabajar con la temperatura adecuada, nunca por encima de los 20ºC.

 
Templar el chocolate para comenzar el trabajo
En relación a las técnicas de templado, se recomienda utilizar medio kilo de chocolate para las primeras pruebas.
Para fundirlo, caliéntelo a una temperatura aproximada de 45° C a 50° C, a baño maría, removiendo permanentemente con cuchara de madera para que los componentes del chocolate queden íntimamente mezclados y la temperatura resulte pareja en toda la masa (puede colocarse dentro de un bol, en el microondas por tiempos cortos de 1 minuto hasta que se funda)..
Una vez fundido se procede a darle temple, en donde se enfría el chocolate fundido mediante un baño maría, inverso, hasta que se espese tanto que ya no pueda revolverlo. También, se puede extender sobre una superficie de mármol, y con una espátula se lo va extendiendo y mezclando hasta bajar la temperatura.
El baño maría inverso es similar al otro, pero se hace en agua fría con hielo.
El siguiente paso consiste en procurar que alcance la temperatura adecuada para trabajarlo, por lo tanto se lo vuelve al baño maría, esta vez caliente.

Se cuenta hasta 10, se retira del baño y se mezcla, repitiendo la maniobra de enfriado. Si hace falta vuelta a calentar y enfriar hasta que el chocolate recupere la fluidez, alcanzando una temperatura de 27 a 29° C en verano y de 29 a 31° C en invierno.
Comprobación: moje la punta de un cuchillo en el chocolate y llévelo a la heladera durante 5 minutos. Si al retirarlo el chocolate aparece seco, de color parejo y brillo suavemente satinado, alcanzó la temperatura correcta de temple. Si aparece seco pero opaco y con vetas más claras, hay que calentarlo ligeramente porque aún no ha alcanzado la temperatura de temple. Si por el contrario resulta blancuzco, medio pringoso y muy brillante, se pasó de temple. Enfríelo un poco.
Un vez templado el chocolate, lo volcaremos sobre los moldes elegidos (perfectamente limpios y secos), luego esparcimos bien hasta obtener una capa mediana, es decir, ni muy delgada ni muy gruesa. A continuación, se deja asentar un poco al chocolate y se vuelca el molde (poniéndolo boca abajo), para que escurra el exceso.
Colocamos el molde boca arriba dentro de la heladera y dejaremos enfriar (unos minutos alcanzan), hasta que el chocolate se dilata por el frío y se desprende solo del molde.
Si va a realizar muchos huevos es conveniente contar por lo menos con dos moldes de una misma medida para agilizar el trabajo. El exceso de chocolate que quitamos del molde se vuelve a fundir (dándole temperatura se vuelve a utilizar).
Una vez logrados nuestros medios huevos, lo que haremos será rellenar cada mitad con confites, pequeños bombones, o caramelos y si gusta con alguna sorpresa como un juguetito para los niños o algún pequeño obsequio para la persona elegida.
Colocaremos la otra mitad de la cáscara por encima (debe coincidir exactamente) y las pegaremos con glasé real (azúcar impalpable), por medio de una manga de pastelería (puede ser con un pico rizado).
Así, comenzaremos a sellar nuestras dos cáscaras para cerrar el huevo, lo mismo se puede hacer con chocolate, llevándolo a la temperatura adecuada.
Luego procederemos a decorar una de las dos caras del huevo con figuras alegóricas como flores, aves o conejos.
Finalmente, dejaremos secar bien hasta que el sellado y la decoración estén bien firmes. Paso siguiente envolveremos nuestro huevo con papel celofán y los guardaremos en un lugar fresco y seco. 

 
Diversos tipos de sabores
Existen diferentes tipos de cacao, según su país de origen, procedencia, y forma de fermentarlo y tostarlo, de esta forma varía el sabor y el tipo de chocolate.
Las casas especializadas en chocolates tienen fórmulas secretas para cada tipo de chocolate elaborado, ya sea mezclando diversos tipos de cacao, agregándoles otros ingredientes como especias o esencias, o en la cantidad de manteca de cacao que los compone.
El chocolate blanco, en realidad no es chocolate, sino manteca de cacao, un sub-producto del cacao con sólidos lácteos.


Chocolate, ese oscuro objeto del placer
CACAO, CHOCOLATE, MANTECA DE CACAO


De la planta de cacao (Teobroma cacao) se extraen las semillas que son tostadas y molidas, y de acuerdo a cada forma comercial se lo procesa: amargo, dulce, como cacao en polvo, en tabletas para taza, en baños instantáneos para tortas y masitas y en tabletas de cobertura negra o blanca.
El cacao y el chocolate, de las semillas de Theobroma cacao, contienen teobromina y algo de cafeína.(estimulantes del sistema nervioso central), El cacao contiene unos 250g de teobromina y 5mg de cafeína por taza. Las personas que ingieren cafeína o bebidas que la contienen experimentan generalmente menos somnolencia, menos fatiga y piensan con mayor rapidez y claridad. En condiciones experimentales, la cafeína produce mayor capacidad de esfuerzo intelectual sostenido, menor tiempo de reacción y una asociación de ideas más perfecta. Los dactilógrafos, por ejemplo trabajan con más rapidez y menos errores. Los efectos mencionados pueden producirse con la administración de 85 a 250mg de cafeína, la cantidad contenida en 1 a 3 tacitas de café.” –Estimulantes del sistema nervioso central; Theodore W. Rall; Las bases farmacológicas de la terapéutica; A. Goddman Gilman, L. S. Goddman, A. Gilman-
Los aztecas lo consumían en estado líquido, casi siempre durante las ceremonias religiosas. A Colón se lo convidaron apenas desembarcó en suelo americano, pero al gran conquistador no le hizo ninguna gracia. Y no es de extrañar, ya que aquel chocolate distaba mucho de lo que es actualmente: era un potaje graso, muy amargo y se tomaba frío. El verdadero descubridor del cacao fue Hernán Cortes, que sí entendió el valor que el cacao tenía para los nativos. Montezuma -uno de los emperadores aztecas más conocidos- al ver a Cortés lo creyó la encarnación misma de Quetzalcoatl y le ofreció su bebida sagrada, en una copa de oro, y mezclada con los pimientos más picantes de la región.
El chocolate cobertura posee un elevado contenido de manteca de cacao. La calidad de las piezas elaboradas artesanalmente no depende del capricho de los hados u otras azarosas contingencias sino del respeto de algunas condiciones relacionadas con la calidad del chocolate, el tratamiento que se le da y el ambiente donde se realiza el trabajo.
El buen chocolate cobertura es duro al tacto y se quiebra con un sordo "crac" al partirlo. Fundente y suave en la boca, la lengua no detecta ninguna partícula que altere su homogeneidad. Brillo suavemente satinado y delicioso aroma completan las características que impiden confundirlo con los baños de fantasía de chocolate, mal llamados "chocolate hidrogenado", en los que la manteca de cacao se reemplaza por grasas hidrogenadas. Es más barato y no hace falta templarlo para su uso.
Templar no es sinónimo de entibiar. Templar: "Dar a un material la dureza o elasticidad necesarias para determinado uso".
Si usted propone y nuestro loco clima dispone debe procurarse un local refrigerado mediante acondicionador porque con una temperatura ambiente que supere los 20°C a 22°C el negrito y también su hermano blanquito (manteca de cacao) se vuelven caprichosos y no adquieren temple.

También vale la pena recordar que si para usted fumar es un placer genial, sensual, no puede disfrutarlo donde se funda, manipule, o almacenen piezas de chocolate porque la manteca de cacao, grasa natural del chocolate, fija algunos componentes del humo que perjudican su sabor. Entonces, chau pucho!... mientras esté con el negrito

Historia sobre el origen de las Pascuas
La fiesta de Pascua, originariamente consagrada a la diosa fertilidad Ostara, o Astarté, o Astartea, o Astorea, o Istar, o Ischtar, antes de que reciviera un nombre esta diosa Madre fue: "la Sra. de las fuerzas cósmicas generadora de la via" y luego "La Reina del Cielo", Dedicada a la pujanza de la naturaleza (de Roma, Asía Occidental y África) divinidad sirio fenicia similar a la Venus de los griegos, la estrella de suave fulgor. Deidad a quien simboliza la mujer.

                                                             

Diosa de la caza y del mar. // La paloma; uno de los animales divinizados que adoraban los babilonios o en su defecto a la "serpiente" que es origen del Caos y principio de la luz cuando se presenta emplumada, simbolisa "la energia vital, portadora de sabiduría".
Ver "Dios Nació Mujer" de Pepe Rodriguez.
"Los hijos amontonan la leña, los padres le prenden fuego y las mujeres amasan la harina para hacer las tortas de la Reina del Cielo y libar a los dioses extraños, para darme pesadumbre." –Jeremías 7, 18- La "Reina del Cielo" era Istar, la estrella Venus, la gran divinidad del panteón semita.
Los Huevos de Pascua se consideraban antiguamente (y aún hoy día en algunos ambientes rurales) como un medio para aumentar la potencia sexual y como un encantamiento de la fertilidad.
Para los fenicios el huevo y liebre eran un símbolo de "Astarté" o "Istar" diosa de la fertilidad.
El huevo simboliza la creación y nacimiento de la vida, es el principio femenino del cosmos, con el poder de creasión y vida.
Las primeras pascuas judias se festejaron en Egipto y conmemoran el éxodo del pueblo judío desde Egipto en el 1513 a. C. en busca de la tierra prometida. Pero ya los hebreos festejaban las pascuas dedicadas a la diosa de la fertilidad muchos años antes de convertirla en festividad conmemoratoria de su libertad.
Para la iglesia católica es el recordatorio de la muerte y resurrección de Jesús –crucificado durante las Pascuas- que de esa forma suplanta a los mitos de Tammuz, Orfeo, Hipòlito, Dionisio, Adonis, etc.
La iglesia católica prohibió el consumo en cuaresma de carnes rojas y huevos. Bendiciéndose estos el domingo de Pascuas; la gente corría a bendecidlos y comerlos en familia, también obsequiando a los vecinos.
En la Edad Media, en Semana Santa era común que los censos feudales se pagaran con huevos y estipularen como día de pago el domingo de Pascuas.
En Francia los estudiantes organizaban la "Procesión de los Huevos"; se reunían en las plazas y de allí partían a la iglesia principal; durante el trayecto, pedían a las familias que les regalaran huevos para hacerlos bendecir por el cura párroco.
En la India y países semitas de la religión oriental, el huevo ha representado el germen primitivo, escondido en el agua.
En la cosmogonía védica se cree que las aguas originarias se elevaron y dieron origen a un huevo de oro, del cual salió el creador del mundo.
En Egipto, el simbolismo del huevo se asemeja al mito griego de la Caja de Pandora; se cree que el Dios Osiris y su hermano Tifón, lucharon respectivamente e introdujeron todos los bienes y los males del mundo en un huevo; al romperse el mismo todos los males se distribuyeron por el planeta.
Tanto en Persia, como en Grecia y Roma, era muy común pintar huevos y comerlos en las fiestas en honor a la primavera. Su símbolo de vida nueva hizo que por miles de años, se dieran huevos como regalo en los festivales de esta estación florida, llena de vida, de sol y naturaleza.
Los más famosos y caros del mundo son los Faverger, creados para el Zar Nicolás de Rusia consistentes en pequeñas joyas de un valor artístico y material, que las convierten en piezas de colección muy cotizadas-
En el siglo XIX (mediados del 1800), con el inicio de la industria del chocolate en Suiza, es cuando surgen los tan famosos huevos de chocolate.
Se encontraron huevos tallados en roca en cavernas prehistoricas en Rusia lo que denota su huso desde un tiempo inmemorial.
Nota: Claro que como estamos cabeza bajo de los inicios de todas estas culturas por la disposición geográfica-, nuestro calendario no coincide con el inicio de la primavera en las Pascuas, pero si se respeta el "equinoccio de primavera" que es la luna llena que marca el cambio de las estaciones /equinoccio de primavera = marzo, abril en el hemisferio Norte, septiembre en el hemisferio Sur / equinoccio de otoño: septiembre en el hemisferio norte, marzo, abril en el hemisferio sur / solsticio de invierno = diciembre en el hemisferio Norte, junio en el hemisferio Sur / solsticio de verano = junio en el hemisferio Norte, diciembre en el hemisferio Sur.

Norberto E. Petryk, chef
norbertopetryk@gmail.com

2 comentarios:

  1. Como me gusta pasarme a visitar este blog cargado de tantas historias!

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    1. Gracias Vicky, de eso se trata, no solo de recetas que puedan o no ser seguidas en menor o mayor medida de experiencia (aunque siempre intento ser muy didáctico en el desarrollo de cada receta de cocina). Lo lindo de meterse en la cocina es llevar en o con cada receta alguna historia ya sea sobre el origen de cada preparación o bien una historia de vida o algo para compartir, porque de eso se trata de "vivir la cocina como algo de todos y para todos y que podemos compartir".
      Un fuerte abrazo: Norberto

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